España: El cambio climático despierta al mildiu y al viñedo antes de tiempo
Los técnicos detectan las primeras esporas de esta plaga en el ambiente, pero recomiendan tratar solo cuando la viña esté bien brotada. Alcanzar los veinte grados de temperatura en un día de enero puede no parecer una mala opción, sobre todo, por el dinero que eso permite ahorrar en calefacción.
Pero esas locuras climáticas tienen un alto precio que paga siempre el medio ambiente. Árboles frutales en flor, cultivos adelantados y una mayor incidencia de las plagas son solo algunas de las consecuencias que tiene disfrutar de temperaturas primaverales en pleno invierno. Y eso lo saben bien los agricultores que, ayer mismo, asistían atónitos a como la Estación Fitopatolóxica de Areeiro enviaba su primer aviso sobre el mildiu, una de las plagas que más afecta al viñedo en Galicia. Porque estas recomendaciones no suelen enviarse hasta finales de marzo, principios de abril como muy pronto.
«He visto esto suceder en mi vida. Lo que pasó este año, con veinte grados en enero, no lo recuerdo", afirma Rosa Pérez, una de las investigadoras de la estación y la encargada de emitir los avisos fitosanitarios de los que el sector está siempre pendiente. Reconoce que, en los últimos años, la tendencia es tener inviernos más cálidos, pero que nunca hasta ahora se habían alcanzado temperaturas tan altas. "Ya no tenemos heladas. En todo el Salnés, por ejemplo, solo hubo cinco días de heladas en Barrantes, uno en Meis y otro en Pontevedra capital», añade.
La evolución del mildiu
Explica que, en Galicia, el mildiu no muere de un año para otro, ni siquiera cuando los inviernos son fríos de verdad. «Mis estructuras muy duras que soportan altas temperaturas están hibernando. Está en las hojas que caen al suelo y pueden permanecer allí dos años.». Este año no hubo ese invierno frío «y había mucha humedad entonces la enfermedad estaba en su salsa», añade. En campañas anteriores, los análisis que realizan de forma periódica les permitían constatar cuando empezaba a madurar esa cápsula que contiene el mildiu. De hecho, el pasado año informaron de ello en el boletín fitosanitario del 15 de marzo. «Este año ya no hemos pillado la maduración, ya hemos detectado que hay esporas de mildiú en el ambiente. Esto significa que están dispersos en el aire y que, si encuentran vegetación, ya pueden contaminar.», cuenta.
Este es el principal motivo de que, a día 29 de febrero, la estación haya emitido su primer aviso sobre la presencia del mildiu en Galicia. Esto no significa que haya que iniciar ya los tratamientos, advierte. «Se debe realizar un control racional e integrado. Hay que abandonar los tratamientos porque tocan y hacerlos sólo cuando sea necesario.», añade. Así, en esta época en concreto, «cuando hay un alto porcentaje de brotación en el viñedo, si continúan estas temperaturas y humedad se debe tratar», explica. Porque las previsiones apuntan a que estas condiciones de sol y nubes junto con lluvias se mantendrán, por lo menos, hasta mediados de marzo.
La brotación
Pérez reconoce que el calor también ha adelantado la brotación en parte. «En todo hay algo que brota. Hay algunas enredaderas que brotan muy poco y otras donde no les pasa a todas las plantas. Pero tenemos claro que si hay unos días de buen tiempo habrá una explosión», añade. La misma opinión comparte Alberto Barral, director técnico de Condes de Albarei. «Generalmente la brotación aún no ha comenzado, pero en cuanto llegue una semana de temperaturas suaves, podrás empezar», explica. Ambos coinciden también en que las previsiones apuntan a que este será un año en el que el mildiu puede atacar fuerte de nuevo. «Está claro que será un año con fuerte presión por las condiciones que hubo el año pasado», explica Barral. En su opinión, por ahora, toca esperar a que la brotación arranque de manera efectiva en buena parte del viñedo y entonces, si las condiciones son apropiadas, será preciso comenzar con los tratamientos.
Barral recuerda que la mayoría de los viticultores apenas han terminado con los trabajos de poda y atado del viñedo. Además, en marzo es también la época en la que se procede al abonado de los terrenos. Y aconseja a los viticultores que comiencen también a revisar la maquinaria, para poder tener todo listo si, al final, se confirma que es necesario iniciar los tratamientos.