Reportaje: El modelo FELCO 4 y "el árbol que no muere nunca"
En pleno centro de Bolivia, los productores de cacao utilizan el modelo FELCO 4 para la poda. Carlos Boado nos lleva al encuentro de El Ceibo, una cooperativa central, con vocación social y biológica.
Carlos Boado, director comercial de FELCO, nos lo cuenta directamente.
"Hace falta ser muy fuerte para irse a vivir a esa región de Bolivia. Las condiciones son muy duras". A 250 kilómetros de La Paz, en pleno centro del país, el Alto Beni está muy próximo a la Amazonia. El clima allí es sofocante y húmedo.
La llegada de las podaderas FELCO a esta región,
"en mitad de ninguna parte", no fue el resultado de ninguna campaña publicitaria. Nada de campañas brutales "al estilo de Coca-Cola". A principio de los años 80, unos cooperantes suizos que trabajaban para una ONG, desembarcan en Sapecho, en Alto Beni, con el modelo FELCO 4 en su equipaje. La cooperativa central de Sapecho, El Ceibo, se puso en contacto con Wolfgang Niegel, que ya era importador de FELCO en Bolivia en esa época.
Así es como comenzó la historia entre FELCO y el cacao boliviano.
Cooperativas con vocación social
Echando la vista atrás. A finales de los años 60, el gobierno lanza un programa ambicioso para realojar a las poblaciones más pobres del Altiplano. El objetivo es instalarlas en los territorios amazónicos. Para facilitar esta migración, se proporciona un terreno a cada familia, con obligación de dedicar una parte de esta superficie al cultivo del cacao.
En la segunda mitad de los años 70, se crean cooperativas aldeanas. En 1977, se reagrupan para formar El Ceibo. La vocación social de esta cooperativa central con nombre simbólico (El Ceibo significa
"el árbol que no muere nunca") está muy marcada. Rápidamente se tomó la decisión de proceder a la transformación del haba en manteca y polvo de cacao, así como en chocolate, en las mismas instalaciones.
La cooperativa siguió otro eje muy pronto: la agricultura biológica. El Ceibo exporta productos certificados como biológicos desde 1988 y participa en 1991 en la fundación de la Asociación de organizaciones de productores ecológicos de Bolivia (AOPEB). Y, hoy en día, distintos certificados, entre ellos el BOLICERT, se atribuyen a tres cuartos de la producción de El Ceibo. Estos certificados garantizan la ausencia de pesticidas químicos y fertilizantes.
El modelo FELCO 4, un fenómeno en Bolivia
Durante su estancia en Sapecho, Carlos conoció a René Flores Ruiz, el administrador del centro experimental de El Ceibo. René supervisa la actividad del vivero. Visita periódicamente a los miembros de la cooperativa y les ofrece la asistencia técnica necesaria para que respeten las técnicas de producción orgánicas.
Al igual que el resto de productores, René alaba la "robustez, la ligereza y la comodidad de uso" de su FELCO 4. No sería de extrañar que el padre de René Flores Ruiz hubiera utilizado ya uno en su época.
Para hacer justicia, los suizos dieron a conocer a FELCO en este lugar del mundo y Suiza es hoy en día el primer cliente del cacao boliviano.